Asesinos de la Fe

Dedicado a los mirones de las vidas ajenas...


Asesinos de la Fe

Tu silencio dice mucho
Tu mirada te revela
Planeando, tú tramas algo
Palabras como un puñal.

He estado siglos en este juego
Cansado de ese rostro enemigo
Habla o calla para siempre
Aléjate si no vienes con bendiciones

Todos con el mismo aspecto
Una y otra vez, siempre iguales
Todos somos humanos, pocos lo aceptamos
Seguro que tus pies no pisan oro, sino mugre.

Martillea en mi cráneo por lo que tienes que decir
Duele por mí, mis hijos y aun por mi esposa
Con la lupa que usas para mirar fijamente
Me estas quemando con el sol que penetra.

No sabes mucho de relaciones humanas
Pero que don para hablar todo lo divino
No es crítica, ni aun constructiva
Es solo una observación de un pobre siervo.

Tu silencio es como una legión de demonios
Tus palabras se parecen al mismo Satanás
Has venido con la ilusión de restaurarme
Pero has salido con la intensión de quererme matar.

Misma cara, mismos ojos
Tú no puedes endulzar el veneno
Igual mata, igual mata
Aun debajo de una montana de azúcar.

Tu verdad hiere
¿Quieres ver como hiero yo también?
Puedes disfrazar lo peor de ti con absurdo parrafeo
Pero aun sigue siendo malo, sigue siendo feo.

Tu capitán y tu teniente no parece ser el mismo que tu Dios
Y si fuese así, ¿por qué sigues pidiendo pasajes a quien no ha dado sangre?
¿Vienes por la Autoridad, o por el deseo de tu voluntad?
¿Quién guía tus pasos? ¿No es aquel que fluye en tu hablar?

Ven y dime lo que tengas que decir
Demuestra tus manos
No escondas más los clavos y la cruz
Que sé que quieres ver a un pecador morir.

Como técnico o alfarero
Creo que te doy un cero
Los asuntos del corazón los ahogas con tu conocimiento
Para alcanzar tu salvación hay que callar los sentimientos.

Vamos dando vueltas
Una y otra vez
Me tienes mareado, a punto de explotar
Solo hala el gatillo de tu boca y comienza a disparar.

Si no estás para cuidarme cuando estoy enfermo
Ni estas para mí para cuando he de suplicar
No hagas como si tuvieras alguna autoridad, como si fueras el dueño
De algo que nunca te has encargado de cultivar.

Solo hubo uno y tú no lo eres
Solo hay uno y no puede haber otro
Por cuanto lo intentes en parecerte
Tú no lo eres… no eres igual…

No es crítica, ni aun constructiva
Es solo una observación de un pobre siervo
Ahora, vamos, ¿qué es lo que vienes a decirme?
Demuéstrame ese amor a puros puñetazos…